Pocas cosas más mágicas que el descanso en casa después de un partido de sábado. Guardar reposo en el sofá, junto a un perro que se acurruca y con el estómago lleno. Placeres de una vida que va más allá del gozo diario. Para disfrutar hay que haber sufrido antes.
Domingo 21 de abril de 2024
Tallin, Estonia
Recuerdo #983