Todo hombre debería debe temer al menos tres cosas: el silencio de la mujer a la que quieres, unas elecciones generales en España y un día de invierno soleado en Estonia. De lo primero poco puedo decir que no haya sido dicho antes. De lo segundo basta con añadir que España ya fue y nunca volverá a ser. Y de lo último permitidme decir que el invierno en el Báltico de vez en cuando azota tan fuerte como puede. Como si se tratara de una irónica pillería lo hace en los días en los que el sol sale a pasear, y tal ha sido el caso hoy.
Como ya he dicho tantísimas veces mi vida en Tallin se resume en los buenos ratos dentro de las cuatro paredes de mi pequeño refugio. Disfruto de la vida interior y de la compañía de una gran novia que es tan guapa como curiosa, razón por la que podemos pasar horas hablando sin tener que abrir un libro o encender la caja tonta.
Dentro de las muchas pasiones que Mer y yo compartimos, hemos ido construyendo juntos varias pasiones en común que no se entienden en solitario. Nuestras pasiones comunes tienen un poco de cada uno, motivo por el que yo disfruto con los juegos del "Wordle" y ella de mis juegos de Nintendo.
Con el frío azotando y un día que parecía más adecuado para la vida exterior, hemos acabado pasando la tarde mano a mano. Ella disfrutando de las aventuras de Link y yo de "Skyrim". Una tarde de juegos que estaba llamada a ser vivida entre paseos, pero como decía antes, no hay nada que tema más que un día soleado de invierno estonio.
Sábado 10 de febrero de 2024
Tallin, Estonia
Recuerdo #912
