No soy defensor de la cena de Nochevieja. No me convence la celebración de las últimas horas del año. Para mí, la verdadera celebración se encuentra en la comida de Año Nuevo, aunque ese es otro tema.
El último día del año, que para muchos es hecho central de su vida social, se encuadra para mí dentro de los días evitables. La ciudad se colapsa, los bares alzan su ya prohibitivos precios, y jóvenes caen presos del miedo a perderse una noche que nunca es para tanto.
La verdadera felicidad de la cena de Nochevieja pasa por una sobremesa con los tuyos. Alguna tradición irrelevante pero querida y posteriormente las uvas. Todo lo que se salga de eso me parece evitable. Más aún cuando uno disfruta más de amanecer y comer el día de Año Nuevo.
Domingo 31 de diciembre de 2023
Madrid, España
Recuerdo #871
