Hoy no quiero escribir, tampoco es que logre esquematizar algún texto con sentido, y es que un día con fiebre y en cama da para poco.
De lo que sí que puedo hablar, y de forma breve, es de la maravilla de tener una novia que disfruta del cuidado del prójimo, algo que he podido comprobar cuando me ha despertado con té y varios remedios farmacéuticos.
Ahora escribo este recuerdo sin fiebre, con algo de tos y bastante congestión. La cabeza no termina de funcionar, pero soy feliz, y es que en el sofá de mi casa, acurrucado con la manta que me regaló mi madre y con Mer viendo la tele, poco tengo de lo que quejarme.
Lunes 30 de octubre de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #809