La vida adulta e independiente está llena de costes de oportunidad. Difíciles decisiones que hay que ponderar para tratar de acertar o en la medida de lo posible no sufrir. Una de las dicotomías más difíciles radica en la calidad y cantidad d ella comida que uno quiere tener en casa. Resulta sencillo dejarse llevar por la comida barata y vivir a base de arroz, pollo y pasta, sin embargo la vida es mucho más que ahorrar un par de cientos de euros al año en el comer.
Mi vida monacal es sencilla. no me falta de nada y mis caprichos suelen ser relacionados con alguna de mis pasiones nobles, como libros o vinilos. Apenas gasto dinero en ocio externo o en cenas fuera de casa, prefiero cocinar con buena materia prima antes que ir a un restaurante, y es ahí donde entra el coste de oportunidad del recuerdo de hoy, una nevara llena o ir a algún restaurante bueno.
Suelo gastar unos diez euros diarios en el hogar, o lo que es lo mismo, casi tres cientos euros me mensuales en productos de limpieza, aseo y víveres. Una cantidad relativamente elevada si se tiene en cuenta que hago una comida al día. Pero permitidme que os diga que cada comida es un cuidado y elegante manjar que cocino con mimo y paciencia.
Hoy he ido a hacer la compra del mes, una cesta de la compra que consiste en varios kilos de carne de cerdo, cuatro costillares de vaca, varias docenas de huevos y una surtida variedad de hortalizas y setas congeladas. Mis compras suelen tener en cuenta mis posibles antojos, por lo que trato de añadir gamas congeladas, buen arroz y buena pasta, por si caso me diese por cocinar algo más elaborado. Y en ese elegir buena materia prima me hago siempre la misma pregunta, ¿merece la pena gastar en alimentación en detrimento de otros gastos y del ahorro?
Creo que mi coste de oportunidad no es tan alto como pudiera parecer, y es que poder cocinar y disfrutar de buenos platos en casa es un gran privilegio del que estoy muy orgulloso. Tal vez para algunos no merezca la pena, pero para mí, disfrutar de lo propio no es sólo una forma de ocio, sino un pequeño premio por poder costearme mi independencia.
Viernes 8 de septiembre 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #757
