La diferencia entre una semana caótica y una semana dura radica en el deporte. Considero necesaria la abstracción que proporciona el correr y el fútbol, y ahora más que nunca, vivir de la mano con mi particular chispa.
No tiene sentido no sincerarme en este recuerdo. Ha sido una semana muy dura, el curro aprieta, y habiendo sobrepasado el medio año en mi actual curro empiezo a sentir la presión y las expectativas.
En parte, y probablemente la única razón por la que no he perdido la cabeza, es mi equipo. Compañeros y jefes que saben tratar a cada cual según sus capacidades, y yo, abogado que siempre quiso ser un indio, tengo libertad para crecer y perderme en los temas que me interesan.
Semanas como esta, deporte aparte, ayudan a poner en contexto todo lo que he conseguido en este último año. Y ahora, con perspectiva y habiendo recortado al toro, no termino de entender cómo puedo, a mis veinticinco, vivir una vida laboral que en España seria difícilmente alcanzable.
Supongo que la suerte hay que buscarla, y que hay que esforzarse en ciertos aspectos, pero aún así, sigo sin creer que en la semana más dura de mi vida laboral haya disfrutado de cada reto, y todo ello sin llegar a casa más tarde de las cinco y media.
Viernes 7 de julio de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #694
