Salir de Madrid es uno de esos grandes placeres que tendemos a infravalorar. Madrid es una gran ciudad, pero como toda ciudad, esta acaba mellando en el espíritu de cada uno y puede llegar a suponer un estrés que no es agradable.
En mi caso, la ajetreada vida de ciudad me divierte, estar sujeto a tantos estímulos es cuanto menos divertido, y muy estimulante en lo intelectual. Sin embargo, esos estímulos constantes unidos a los matices propios de mi círculo social hacen que de vez en cuando, se me pase por la cabeza adelantar mi sueño de retirarme junto al mar.
Últimamente estoy encontrando varios oasis de libertad que me recuerdan a mis rocas mediterráneas. Lugares en los que puedo huir del ruido madrileño, y con suerte olvidar la existencia de lo social. En muchos de estos oasis está apareciendo mi amiga Leti, y nuestro pequeño amago de viaje de hoy ha sido uno de los que más he disfrutado.
Por cuestiones de trabajo, aunque suene a mentira, he acabado yendo a Patones para encontrar lugares en los que Leti pueda (una vez más) demostrar que sabe hacer fotos. Entre la resaca de una y el hambre del que escribe fuimos a parar al comedero del Rey de Patones.
Después de un kilo de chuleta y una comida en la que pudimos hablar olvidándonos del ruido madrileño, comenzamos la aventura. No os voy a engañar, callejear por las casas de piedra y adobe, buscando el mejor enfoque posible es cuanto menos agotador, y más aún si se tiene en cuenta mi lesión de tobillo.
Como buenos españoles, tuvimos a bien reposar en una colina, con el valle al fondo y un viento que parecía hablar. Tumbados en la hierba y pasando frío nos sentimos libres. El otoño de campo tiene matices que en la ciudad se olvidan, al igual que los problemas, que son muy diferentes a cincuenta y seis kilómetros de Madrid.
El otoño se pelea con el invierno que llega, y es muy triste tener que amagar con viajar para poder entender que las estaciones, y la vida, tienen más matices de lo que pensamos.
Sábado 27 de noviembre de 2021
Patones de Arriba
Recuerdos con contexto 106
