Llevo una temporada pensando en olvidarme de Spotify, me he cansado de la sobre estimulación de canciones nuevas y listas de reproducción.
Spotify, el que para mí es el mejor producto de la historia de la música, tiene un gran problema, prioriza los singles antes que los álbumes, las listas de reproducción antes que los artistas y lo aleatorio antes que lo relacionado. O lo que es lo mismo, Spotify está bien si no sabes que escuchar.
Llevo escuchando música desde hace quince años, y más allá de algún descubrimiento puntal, podría decir que escucho siempre a los mismos setenta grupos. Hay épocas que escucho más rock, otras que prefiero irme por lo alternativo e incluso vuelvo al rap más clásico. Salvo excepciones, la realidad es que no disfruto tanto el descubrir música nueva como escuchar a mis grupos favoritos.
Por otro lado, y aupado por la idea de vivir con menos, estoy empezando a plantearme si las suscripciones que tengo merecen la pena. Contando con Spotify tengo siete, dos de ellas necesarias para el blog, una de ajedrez, otra de Nintendo y una para el fútbol. Y siendo sinceros, me agota pagar cada mes, aunque me lo pueda permitir.
Como decía antes, creo que voy a olvidarme de Spotify una temporada. Voy a volver a comprar música (aunque ya lo haga en forma de vinilo) y voy a recuperar uno de mis iPods antiguos. Espero poder escribir unos meses que esto ha sido una buena decisión, o que al menos escucho a Extremoduro y Calamaro sin distracciones del teléfono.
Jueves 2 de noviembre de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #812
