Madrid, metrópoli del centro peninsular ibérico es una ciudad que para el foráneo suele ser lugar final y para muchos locales todo lo contrario, ciudad de paso.
Como yo, y más en estos últimos años, muchos jóvenes han decidido buscarse un futuro más allá de la meseta, y entre esos jóvenes está mi amiga Clara.
Es cierto que mi caso es extremo, hice las maletas y partí a la capital más septentrional del continente (si se entiende que Helsinki es extra continental). Por otro lado, Clara, compañera de colegio y posterior amiga, eligió la isla que yo considero hogar.
Como todo mallorquín, o al menos mallorquín en potencia, el conocimiento de la isla y sus secretos no llega a ser tan extenso como uno pudiera creer. Tal vez por mi vocación docente haya decidido llevar a Clara a las cuevas de Son Verí, y entre cada sumersión recitarle alguna de las clases de historia mallorquina que me sé de memoria.
Entre cuevas y alejados del mundanal ruido madrileño hablamos de la capital peninsular. De los fenómenos sociales de nuestra queridísima Plaza Duque de Pastrana, y para cuando salimos de la última cueva, creo que los dos teníamos muy claro que ninguno volverá a hacer de la M-30 su casa en los próximos años.
Martes 8 de agosto de 2023
Mallorca, España
Recuerdo #726
