Carlos Pinedo Texidor
117 - La noria de la plaza
Quiero que me cuentes aquella historia
donde eras feliz cuando pasaban
paseando por la villa de la memoria
aquellos jóvenes que se besaban.
Delante de los juzgados, me contabas
situado en una selva casi de asfalto
había cuatro perros y tres gatos
y algún guarda de los urbanos.
Siempre te reíais cuando pensabas,
en aquellos cigarros y sus caladas,
mientras veáis, a menudo, al pazguato
que lleva dos horas y tres cuartos.
Te acuerdas, comentabas,
de los jóvenes de camisa y falda blanca
pelo rubio y caras largas
discutían por ver quién lo dejaba.
Siempre te ríes con esta historia,
no entiendo si es la vida una noria,
subes y bajas en tu memoria
hasta que sales y se para.