Cuando era aún pequeño
y huía del castigo
me escondía cada día
buscando el peligro.
Investigaba en los periódicos
las pelis de domingo,
buscaba aún por casa,
las cintas del delito.
Aprendía a utilizar
el VHS de color amarillo
buscaba las películas
que eran para niños.
Fui a parar con la más nueva
de las cintas de domingo
algo de un loco científico
y su verde amigo.
Parecía más moderna
que sus coetáneos
hablaban de un bichejo raro
y fuera de peligro.
Su nombre era Flubber,
la gelatina del principio,
objeto algo animado
y protagonista del domingo.