Escuecen los ojos del joven buzo
se quitó las gafas antes de tiempo
el agua recorre sus retinas azules
de color mar.
Las lentes se hunden en un fondo claro
mientras el joven cierra los párpados
esperando eliminar la sal del agua
que recorre su tez pálida.
Flota la boya naranja, que le acompaña
se alejan las nubes del cielo verde
nada a su lado un rojizo calamar
las gafas ya no pueden flotar.
Abre los ojos, el joven buzo
la vista ha recuperado
la sal se ha quitado
y el agua se ha secado.
He dado muchas vueltas a esta última poesía, ya van doscientos poemas y aún no sé de lírica. Me planteo si es lo mío, las rimas sin salida ya van miles de versos y aún no se improvisan. Son historias
Cuando era más joven, por no decir pequeño un músico maño, me enseñó el fuego, me dijo, “oye Lazarillo, tú tan cafetero, prueba esto, dame dos de limón, camarero” Probé aquella pócima, como si fuera v
En el libro anterior, sentía vértigo, me daba pavor llegar al final, no quería poner puntos sin más. Ahora que escribo, con algo más de estilo, que al menos entiendo las rimas que digo, me parece curi
