Sobre la cama perecen estrellas
bajo el cielo llueven ideas
en la cabeza solo hay fugaces,
pensamientos de luna llena
Cada noche algo es distinto
amigos, amores, más de lo mismo
ni si quiera alejándome, ¿acaso existo?
Sobre la vida escriben los hombres
mientras los dioses ríen y comen
¿Robó el fuego ya Prometeo?
Cada noche algo es ajeno,
sentimientos, dolores, cada vez menos
Sobre lo previo, nada es entero
verdades y mentiras de cuentos ciegos.
He dado muchas vueltas a esta última poesía, ya van doscientos poemas y aún no sé de lírica. Me planteo si es lo mío, las rimas sin salida ya van miles de versos y aún no se improvisan. Son historias
Cuando era más joven, por no decir pequeño un músico maño, me enseñó el fuego, me dijo, “oye Lazarillo, tú tan cafetero, prueba esto, dame dos de limón, camarero” Probé aquella pócima, como si fuera v
En el libro anterior, sentía vértigo, me daba pavor llegar al final, no quería poner puntos sin más. Ahora que escribo, con algo más de estilo, que al menos entiendo las rimas que digo, me parece curi
