Se acerca el segundo partido de la temporada y yo sigo entrenando con nervios y sin saber dar dos toques al balón. Entrenar con jugadores que llevan tanto fútbol a sus espaldas incomoda e impone. Y no sé muy bien qué hacer para quitarme los demonios de encima.
Llevo desde enero entrenando con ellos. En mayor o menor medida podría decir que ellos están cómodos conmigo, pero esto no se aplica por mi parte. Me pongo nervioso al entrenar. Pases fáciles se convierten en errores groseros y no puedo más que pensar en jugar un partido en el que pueda dejar de pensar y tan sólo jugar.
Supongo que integrarse en nuevo equipo lleva tiempo, aceptar el rol de suplente algo mas. Y aunque estoy dispuesto a seguir el camino poco a poco la realidad es que cuanto más entreno peor lo hago, y cuanto peor lo hago más nervioso estoy.
El sábado entraré en mi segunda convocatoria, y viendo mi nivel de mis últimos entrenamientos sería un milagro si logro saltar al verde, y es que además de entrenar con el peor nivel de la plantilla, mi posición es una de las más cubiertas.
Jueves 4 de abril de 2024
Tallin, Estonia
Recuerdo #966