744 - Escritura, lectura y otras pasiones.

Se me acumulan los recuerdos más de lo que me gustaría admitir. Dejo pasar los días y no termino de retocar las ideas que con tanto mimo he ido recogiendo, y la pereza unida al “ya lo haré” me hacen tener cinco recuerdos por escribir.

En cierta medida la inmediatez de estos recuerdos han sido y serán gran parte de la razón por la que más de dos años después sigo escribiendo mis vivencias. Es cierto que no soy tan estricto con el escribir el mismo día, pero me gusta pensar (al menos para consolarme) que los garabatos que voy haciendo durante el día son suficientes para no hacer de esteos recuerdos unas memorias y mantener el concepto de diario o cuaderno de viajes.

Supongo que días como hoy, en los que me encuentro sentado ante el ordenador con cinco recuerdos por escribir, me ayudan a entender la importancia del día a día. Pero siendo sinceros, la pasión y el amor hacia la escritura hacen que escribir durante veinte minutos o tres horas sean igualmente agradables.

Hoy he ido a escribir a uno de mis sitios de café favoritos de Tallin. Una terraza con vistas a Telliskivi, en dónde sirven un buen café acompañado de una buena limonada tan dulce que logra atraer a todas las abejas de la zona. Y ahí, entre cafés y ruinas de una ciudad que deja atrás la decadencia, acompañado del zumbido de los himenópteros he disfrutado poniéndome al día con mis escritos, mis lecturas y demás pasiones que hoy no entran en este recuerdo.

Sábado 26 de agosto de 2023

Tallin, Estonia

Recuerdo #744