Carlos Pinedo Texidor
710 - Vuelta al golf.
El golf es un deporte que más que afición es una obsesión. Un vicio que te corrompe y atrapa como ningún otro. Un juego ideado por y para el sufrimiento propio, porque en este maravilloso deporte de paciencia y azar uno compite contra sus demonios.
Yo soy mal jugador de golf, y dudo mucho que algún día llegue a ser un jugador decente. Mi swing es poco armónico y mi cabeza no está hecha para la repetición de movimientos, aunque me empeñe en jugar al ajedrez y al tenis. Sin embargo, el golf es único y especial, porque a diferencia de cualquier otro deporte, uno compite contra sí mismo.
Hoy he jugado dieciocho hoyos que han sido largos y sufridos. Hace tanto que no juego que he olvidado cómo usar mi madera tres, mi híbrido y mi driver. He jugado con hierros y con un cincuenta y dos. Y aún a pesar de lograr golpes por encima de los cien metros el juego corto me ha hundido.
En el último hoyo, y después de haber jugado un par cinco donde he rozado la perfección, he salido con el hierro ocho. Un golpe perfecto seguido de uno decente y otro de película me han colocado a tres metros de la bandera. Y jugándome el primer par de mi vida he acabado haciendo un doble bogey.
Domingo 23 de julio de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #710