Carlos Pinedo Texidor
703 - Un golf que no fue.
Hay días en los que por más que se duerma el cuerpo no descansa, y después de diez merecidas horas de sueño profundo, hoy hay sido uno de ellos.
He madrugado porque hoy me tocaba salir a jugar al golf, y la primera alarma, la de las ocho, ha sido un agónico y punzante pitido en mi cabeza. Un amago de jaqueca ha amanecido a mi lado, y con él, mis ganas y fuerzas de golf se han desvanecido.
Me ha tocado escribir a mis colegas, cancelar mi salida, y con ello, retrasar el uso de mis palos de golf, que mi querido padre tuvo el detalle de enviarme desde Madrid. Supongo que mi reencuentro con mi arrítmico swing tendrá que esperar.
Entre el amago de jaqueca y el insoportable calor he pasado el día en posición horizontal, perdiendo el tiempo con vídeos de Instagram y esperando a que Alcaraz se enfrentase al mejor tenista de la historia. No todo iba a ser malo en este domingo, al menos me queda el tenis.
Durante el transcurso de una de las finales más bonitas que recuerdo he tonteado con la siesta, no siendo capaz de cerrar los ojos por completo en ningún momento. Mi adicción a la dopamina fácil de Instagram me lo impedía, algo que me ha hecho perderme parte del segundo set.
Horas más tarde, con Alcaraz campeón de Wimbledon y mi móvil marcándome tres horas y media de uso de Instagram me he sentado a reflexionar, y me ha tocado aceptar que necesito alejarme de Instagram una temporada. Necesito centrarme en mi querido blog y en la lectura.
Hoy no he podido jugar al golf, sin embargo he podido tontear con otro tipo de swing, el de mi adicción a las redes sociales, y a diferencia del golf, en este sí que logro jugar el hoyo.
Domingo 16 de julio de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #703
