Carlos Pinedo Texidor
697 - Correr bendito tesoro.
El reloj marcaba las cuatro, y los nervios me acompañaban. Quedaba una hora para cerrar la jornada laboral, y la promesa de una carrera me hacía estar nervioso.
Las ganas por volver a correr cerca del puerto, callejear por los recovecos de Kalamaja e incluso sentir la arena de Suur-Patarei me han hecho huir de la oficina. Y el reloj de la cocina, que no marcaba ni las cinco y media, me ha visto salir a toda prisa sin ni siquiera beber agua.
He salido con el piloto automático. Una recta hasta la fábrica Põhjala, un giro a la derecha, cruzar el túnel hasta las chimeneas de Noblessner y de ahí surcando el mar hasta la cárcel soviética de Suur-Patarei.
Llegado a la cárcel, y con el reloj marcando los tres kilómetros, he puesto rumbo a la playa de Linnahall, desde donde he podido atravesar el bosque del puerto y dar media vuelta.
El último tramo de mi habitual recorrido me hace perseguir al tranvía de Kalamaja, el mismo que pone rumbo a Balti Jaama. La única diferencia es que yo giro en la calle Soo, y el tranvía sigue su recorrido en paralelo a la muralla.
Sin darme cuenta el reloj volvía a marcar los cinco kilómetros por segundo día consecutivo, y ahora, mientras escribo esto, miro de reojo las zapatillas con la tentación de volver a salir a correr.
Lunes 10 de julio de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #697