Carlos Pinedo Texidor
691 - Amor, escritura, y un recuerdo inacabado.
Tallin, ciudad que he jurado conquistar, me ofrece todo lo que me mi cabeza monacal me pide. Un refugio alejado del ruido madrileño, y donde puedo dedicarme a lo que me apasiona, la escritura y el amor.
De la escritura ya he hablado mucho. Tal vez mi pasión menos privada pero más propia. Una pasión noble por la que daría todo lo que tengo, y que me quita el sueño más de lo que me gustaría admitir.
El amor, que no siempre ha de ser el carnal, se materializa en cada sensible detalle de una ciudad que me deja sin aliento. El amor va más allá de un noviazgo, el amor incluye cada conversación sincera, o cada suspiro acompasado con un cuaderno y un boli.
En mi caso, amor y escritura conviven y se cortejan. Sin escritura no puedo amar, y sin amor no puedo escribir. Dos pasiones que nacen de lo más profundo de mi ser. Dos pasiones a las que debo mi vida.
Me gustaría dedicar este recuerdo al amor propio, a ese que surge cuando el monje se encuentra falto de Fé. Y por primera vez en mi vida, este ejercicio de cuidado de mis pasiones nobles está destinado a mejorar lo que ya hay, y no a reparar.
Ahora es cuando mis dos pasiones nobles discuten, una cree apropiado hablar de sus matices, y la otra quiere dejar para mi más privada realidad los detalles de un martes de julio con sabor a agosto.
Y una vez más, de la mano de Guitarrica voy a concluir un recuerdo que podría haber sido más, y que tendrá sentido para unos pocos.
Siento el susto en el cuerpo
El vértigo dentro
Hace falta valor, no hace falta dinero
Nuevos tiempo' he soñado
Busco una nueva religión
Hace falta valor, no hace falta dinero
Martes 4 de julio de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #691
