667 - Descanso, Zelda y fútbol.

No ha sido una semana tranquila. Como todo pobre diablo del mundo empresarial sufro cada fin the trimestre, y junio está intentado superar a marzo en ganas (perdonadme el lenguaje) de tocar los cojones. Tampoco ayuda las seis horas que he dormido entre miércoles y jueves. Un viaje a Londres y su consecuente odisea aeroportuaria, y cómo no, la fiesta de ayer que me hizo irme a dormir cerca de las tres.

Como persona responsable que soy, he tratado de levantarme antes de la una. Por aquello de mantener cierto decoro y decencia, pero debería haber dormido bastante más. Además, me ha tocado hacer frente a las tareas de un joven emancipado. Cocinar, lavar, limpiar y aspirar. Todo ello mientras el mando de la Switch me susurraba que Hyrule y Link me esperaban.

Después de organizar mi vida, dedicar unos minutos a maldecir mi responsabilidad y suficientes cafés como para terminar el grano de mi molinillo, he logrado sentarme a disfrutar del mejor videojuego al que jamás he jugado. Debían de ser las tres, y tenía por delante siete horas hasta la que para mí ha sido una de las finales de Champions más aburridas desde aquella del Liverpool y los Spurs.

Como es habitual, me he sumergido en la infinitud del nuevo Hyrule. Un mundo pensado para vivir durante décadas. Cientos de miles de posibilidades desde el sofá de casa, y yo, joven que aún lamenta la perdida de la imaginación de su niñez, soy feliz en el mundo del espadachín.

Supongo que días como hoy, alejado de la sociedad, dedicados al disfrute personal, y por supuesto echando de menos a una isleña que ha decidido recorrer Europa, son los que marcan carácter y dan valor a mi aventura en Estonia. La independencia y la emancipación va mucho más allá que poder dejar unos platos secando en la encimera, la independencia es a mí parecer, la única forma mediante la cual un joven puede dedicar tiempo a sí mismo, sea limpiando, en mundos digitales, o adormilado viendo a Guardiola consagrarse (muy a mí pesar) como uno de los mejores de la historia.

Sábado 10 de junio de 2023

Tallin, Estonia

Recuerdo #667