Carlos Pinedo Texidor
633 - A orillas de Kopli.
A pocos kilómetros de casa, a unos cinco para ser exactos, se encuentra el rincón más especial que he conocido desde mi llegada a Estonia. Una bahía alejada del mundanal ruido. Un lugar llamado a ser el próximo gran barrio y que tiene por nombre Kopli.
Este lugar es la continuación de Kalamaja y comparte bahía con el popular barrio de Rocca Al Mare, donde además de pistas de pádel cada vez hay más vida y más comercio.
De Kopli conozco muy poco, sé que hay una feroz puja por los terrenos, que hay un mercado que abre de vez en cuando y que es un sitio estratégico de la ciudad de Tallin. Sólo he andado por ahí una vez, allá por octubre, y si no me falla la memoria lo recordaba frio, solitario y por construir.
Hoy, varios meses más tarde, con la primavera llamando a la puerta, el sol haciendo de las suyas y el frío en pleno éxodo, he vuelto a ir a Kopli. Esta vez en coche, de la mano de Mer, quien me ha ha ofrecido mostrarme un pequeño paraíso a cambio de haber cocinado a medio día.
Y ahí, en medio de una bahía por hacer, en una playa que ha visto mucho más de lo que deja intuir, volví a entender que Estonia me esconde muchos lugares. Y una vez más, pocos días antes de que la nostalgia madrileña llame a la muerta como cada mes, vuelvo a entender que en Tallin me queda mucho por hacer.
Domingo 7 de mayo de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #633