Helsinki es una ciudad para visitar muchas veces. Calles infinitas y parques en los que perderse decoran la ciudad. El mar abraza los recovecos callejeros, y un viento casi polar acompaña los rayos de sol cuando los hay.
Esta es la tercera vez que visito Helsinki, la primera con mi hermano, la segunda con amigos, y esta vez para ir a recoger a mis padres, mis sobrinos y mi hermano que han decidió cruzar Europa para venir a conocer mi rincón Báltico.
Es cierto que viajar en familia tal vez no sea la mejor forma de conocer una ciudad, pero si algo tengo claro es que desde luego es una forma diferente de dejarse sorprender. Y después de subir a la habitación del hotel y ver a mis sobrinos escondidos en el baño creo que va a ser una visita llena de sorpresas.
La tarde en Finlandia es muy diferente a la que habríamos vivido en Madrid. Un paseo con abrigo y mucho viento, unos sobrinos histéricos por la novedad de todo lo que veían a su alrededor, y unos padres que aún siguen convencidos de que mi vida en Tallin no es tan buena como vendo.
Mañana después de comer cruzaremos en ferri a Tallin, y espero que esta tercera visita a Helsinki, que ya se ha convertido en una de mis ciudades favoritas, sea un buen recuerdo de la convicción de mi familia de que mi vida en Tallin no sólo parece maravillosa, sino que lo es.
Viernes 28 de abril de 2023
Helsinki, Finlandia
Recuerdo #624
