Carlos Pinedo Texidor
614 - Demasiada ciudad para mí.
Londres me sobrecoge, siento una excesiva estimulación. Demasiado por hacer, demasiado por ver. Cientos de miles de posibilidades reunidas en una ciudad diez veces más extensa que Tallin. Una capital que años atrás creía que podría ser mi refugio, y que ahora, después de haber conocido la vida monacal del Báltico, soy incapaz de hacer mía.
Es cierto que un viaje de trabajo no es momento para volver a conocer una ciudad. Apenas he podido disfrutar de un par de paseos más allá de mi camino del hotel a la reunión y viceversa. Pero ese par de kilómetros han sido suficientes para entender que Londres es demasiada ciudad para mí.
Me sorprende, o al menos me llama la atención, cómo ha cambiado mi percepción de la vida en menos de un año en Tallin. Años atrás era un fiel defensor de la idea de megalópolis. Un enamorado de esas ciudades futuristas que tan presente han estado en mi vida desde que leí Akira. En definitiva, un romance idealizado con un concepto de ciudad que es más leviatán que hogar.
Tal vez esta pequeña escapada de trabajo haya sido el punto final de una reflexión que me lleva acompañado varios meses. Menos es más. Y en mi querida vida monacal de deporte y pasiones nobles, me veo incapaz de hacer mia una ciudad como Madrid y mucho menos una como Londres.
Hoy ha sido un día caótico, lleno de posibles ideas e imaginarias aventuras en una ciudad que muy a mi pesar me queda grande. Me gustaría pensar que algún día viviré en una metrópoli de este tamaño, y que habré sabido superar mi romance con lo cotidiano, pero hasta entonces, sólo puedo reivindicar que mi día en Londres es un recordatorio más de que debo seguir escribiendo estos recuerdos.
Martes 18 de abril de 2023
Londres, Reino Unido
Recuerdo #614