En estos más de diez meses viviendo en Estonia he logrado encontrar en mi cierta animadversión hacia la burocracia de mi querido país natal. Ya en mis tiempos madrileños sentía picores cada vez que tenía que lidiar con el sector publico, aunque siempre pensé que tenia solución. Pero me equivocaba, y es que ahora, acostumbrado a la administración de Estonia, me doy cuenta que jamás veré algo así en a España.
Sin entrar en mucho detalle sobre las diferencias que hacen del sector público de Estonia un ejemplo a seguir, me gustaría recalcar la esencia de todo este problema. El deber de servicio público y el prestigio de saber que se trabaja para la gente es algo que en España es impensable. Y eso hace que el ciudadano de a pie valore y aprecie el esfuerzo de los que hacen todo lo posible por mejorar el país.
Por el contrario, en mi querida España, parece que el pueblo llano debe agradecer a los funcionarios su labor. Parece ser que sin ellos el país se cae, y que es nuestro deber alabarlos por sus inmensos esfuerzos. Y por supuesto, agradecerles cada vez que nos atienden. No se dan cuenta de que trabajan para el pueblo, y no al revés.
Hoy me ha tocado ir a la embajada de España, tenia que solucionar varios problemas con el censo. Un trámite que en Hacienda es relativamente sencillo (válgase la ironía, aunque agradezco que sea online). Me sigue sorprendiendo que no haya comunicación entre administraciones, y que tenga que presentar los mismos veinte documentos que Hacienda ya tiene.
Aquí en Estonia, con mi número de identificación personal accedo a todo. Tengo un sistema de claves vinculado a mi móvil, y con mi querido código puedo acceder a todo lo que necesite. Y lo más importante, todas las administraciones tienen los mismos datos.
Me sorprende, y a la vez me indigna, que seamos incapaz de tener una administración por y para el pueblo. Que sea el ciudadano de a pie el que tenga que pelear y presentar todo, y mientras, ellos desde sus cómodos y garantizados sillones, hacen imposible la vida del que decida lidiar con ellos.
Jueves 13 de abril de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #609
