Carlos Pinedo Texidor
547 - Una cena y un Catan.
Cambiar de trabajo implica entre otras muchas cosas volver a conocer gente nueva. Eso de trabajar mano a mano con alguien conlleva irremediablemente desarrollar ciertos rasgos de una amistad. Aunque todo depende de otras tantas cosas, como por ejemplo el ser un imbécil.
Pero dejando de lado la teoría de las amistades en el ambiente laboral hoy quiero hablar de varias personas con las que comparto despacho en la cuarta planta de Suur-Patarei. Y es que una vez más he tenido mucha suerte, y sin ella no podría haber acabado en mi casa cenando con cuatro personas.
Sin entrar en individualidades me gustaría destacar que los cinco que cenamos tenemos muchas cosas en común. Por supuesto hay ciertas diferencias que hacen que todo sea más llevadero. Desde las culturales hasta las humorísticas, y por supuesto la diferencia de edad, siendo yo el más joven. Aunque creo que a estas alturas de la vida tener veinticuatro o veintiocho tampoco importa mucho.
Les debí citar en mi casa de la calle Soo (a quinientos metros de la oficina de Suur-Patarei) a eso de las ocho hora española. Y digo hora española porque si no hubiera especificado todos habrán llegado a las ocho en punto, y necesitaba esa flexibilidad mediterránea para terminar de preparar la tortilla de patata y la mayonesa.
Durante la cena hicimos lo que todo grupo de jóvenes que trabajan juntos harían: cotillear y reírnos de detalles del ambiente laboral. Aunque siendo sinceros, creo que más que hablar de curro hablamos de lo diferentes caminos que habíamos seguido cada uno antes de llegar a nuestro actual puesto.
Después de sus felicitaciones por mi cada vez mejor tortilla dimos paso al que creo que ha sido el Catan más extenso de mi vida. Casi tres horas de juego donde hubo discusiones, risas y un exceso de trigo que contribuyó a que mis ciudades florecieran.
Una cena y un Catan es un buen comienzo para conocer mejor a las personas con las que compartes oficina, y estoy convencido de que no será el último.
Viernes 10 de febrero de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #543
