Voy a ser sincero, y lo voy a hacer de una forma tan pura que este recuerdo va a rozar el egocentrismo más absoluto. He nacido con una inquietud excesivamente problemática. Algo que unido a mi más que desmerecida suerte hace que mi cabeza sea capaz de compaginar proyectos a largo plazo y otros tantos del día a día. A veces resulta ser un incordio, me cuesta mucho centrarme y rara vez estoy contento con lo que hago.
Me gusta pensar que mis pasiones nobles son tan intensas porque alguien ahí arriba (sí es que lo hay) decidió que había que compensar los vicios y los malos haceres de ese joven de pelo rizado. Y es aquí donde entra la suerte, muchas de mis decisiones empezaron a salir cruz. Digo cruz y no cara, porque en mi humilde experiencia, lo que de verdad vale es lo que te marca y nada mejor para representarlo que una cruz de mi moneda. Pero tal vez todo sea más sencillo, y mi enfermiza obsesión por ver en la cruz de mi moneda el lado positivo haya hecho que todo me haya ido bien.
Volviendo a la sinceridad que prometía, creo que el futuro (y el éxito) pasan por el renacer cultural veo venir. Tal vez sea un iluso o un iluso que tal vez tenga razón. Creo que de aquí a diez años vamos a vivir el resurgir cultural que cierta generación se empeña en matar. Es que estamos mucho con los móviles dicen o que no hay inquietudes más allá de las redes sociales. Pues dejadme que os diga, yo noto un renacer, un movimiento cultural que se aprovecha de las redes sociales, un grupo de jóvenes que entiende que hay que usar las dichosas plataformas de contenido para compartir que estamos cansados de que nos ceben basura bajo la falsa bandera de la cultura de masas.
Hoy he entendido que la madriguera en la que vivo es la única forma que tengo de encontrar mi pequeño país de las maravillas, y por primera vez en mi vida he entendido que este diario es el inicio de algo que me queda grande. Y tengo que aprovechar mi suerte y mi juventud, porque como diría Cutter en The Prestige, “Obsession is a young man’s game.”
Lunes 23 de enero de 2023
Tallin, Estonia
Recuerdo #529
