Ahora que empiezo el nuevo año y que tengo por delante dos cambios vitales de gran importancia creo que es buen momento para hacer una especie de repaso de mi vida literaria. En mayo cumpliré los veinticinco, y hasta la fecha tengo cuatro libros publicados, tres de poesía y uno de recuerdos.
Es más que probable que cuando llegue agosto del presente año publique mi segundo volumen de recuerdos. También es más que probable que si sigo escribiendo poesía con la misma asiduidad publique a final de año un pequeño homenaje a Madrid, Mallorca y Tallin. Algo simple, no más de treinta poemas, pero por primera vez en mi vida, algo con mimo y paciencia.
En términos generales, podría decir que estoy siendo bastante prolífico literariamente hablando. Tengo la fortuna de escribir asiduamente, y eso en gran medida ayuda a tener algo más de mil textos que debería ordenar. Pues bien, con ello en mente, hoy, en la comida de año nuevo, la que para mí es la mejor comida del año, he caído mientras veía mi libro de poemas escondido entre papeles en casa de mi hermana, que de nada sirve escribir mucho si nadie te lee. Que sí, que eso del ego está muy bien, pero coño, y perdonadme la expresión, yo ya me he cansado de escribir para el dichoso ego, yo quiero que me lean, que me digan aquello de “joder qué maravilla de párrafo”.
Es por ello, que entre la sobremesa y el camino a casa he confeccionado un pequeño relato en mi cabeza. Un pequeño cuento de no más de treinta páginas. Uno de esos que se leen en una tarde y que se recomiendan rápido. La protagonista será una joven de ojos castaños. Una pequeña y curiosa joven que se llama Clara. Una madrileña que lleva toda la vida esperando unas flores que no llegan. Y con una personalidad tan delicada que “Seda” acabará pareciendo un libro tosco.
Me hace ilusión poder decir que he tenido una idea sensata para un relato. Ya veremos si es bueno, pero desde luego, lo que sí sé es que “Flores para Clara” va a ser un primer relato del que voy a estar muy orgulloso.
Domingo 1 de enero de 2023
Madrid, España
Recuerdo #507
