Carlos Pinedo Texidor
473 - Un café con una isleña.
Estonia es un país más diverso de lo que uno puede llegar a creer, y eso que es un país sin elevación alguna. Además de no tener montes ni montañas, una quinta parte del terreno está cubierto por fangales sí, eso que aquí llaman bogs. Y lo mejor de todo, más de dos mil tresceintas islas.
Es curioso cómo los isleños tratan al continente de una forma peculiar que es ajena a todo lo que he visto en la España insular. La concepción que tienen de mainland parece sacada de una novela. Cruzar al continente les supone un esfuerzo inhumano, y eso que está a escasos kilómetros. Es más, suele ser más habitual cruzar de Saaremaa (la isla de mayor extensión) a Hiiuma (la segunda en extensión) cuando el Bático se hiela y se crea una carretera de unos veinticinco kilómetros.
Acabo de darme cuenta que me estoy yendo por las ramas (o las islas) así que voy a retomar el rumbo de mi café con una isleña. El lunes acordé citarme a tomar un café que llevaba varias semanas posponiéndose. Una joven y alta isleña de tez clara y ojos claros quería conocerme, y yo, amante del café y de las mujeres pensé que sería buena idea salir a despejarme. Hace menos de una semana que sé que me toca abandonar mi curro, y la promesa de un café con una divertida wildling de Saaremaa suponía recuperar la ilusión después de una semana.
Esta peculiar isleña con la que disfruté de varios espesos resulta ser bastante inteligente, algo que supongo ayuda a su dominio del humor más negro que he escuhado en mucho tiempo. Además de entretenerme con su vida en Finlandia, fue capaz de impresionarme con sus decenas de referencias a detalles de la conversación y fino humor de memes.
Yo aún no me había terminado el café y ya me había ganado, una estonia con cierta visión mediterránea de la vida no es algo que sea vea muy a menudo, y menos aún, si es tan guapa. Y es que como he dicho muchas veces, en Estonia no hay termino medio, o belleza única o fealdad crónica, y esta isleña salvaje pertenece al primero.
Lunes 28 de noviembre de 2022
Tallin, Estonia
Recuerdo #473
