Carlos Pinedo Texidor
469 - Obsesionado con una idea.
Creo que hay pocas estrofas que hayan resonado tanto en mi vida como la Ama, ama, y ama y ensancha el alma. Ni si quiera aquel poema de Samuel Taylor Coleridge es capaz de evocar en mí tantas emociones. Sigo pensando en aquellos paseos madrileños en los que me soñaba a orillas del Báltico. Renunciando sobre el papel a la carrera de abogado en un despacho, y como todo soñador, me veía reflejado en aquel: De pequeño me impusieron las costumbres, me educaron para hombre adinerado, pero ahora prefiero ser un indio, que un importante abogado.
Quién me diría a mí en aquellas tardes de abril que seis meses después habría hecho realidad un deseo que había quedado relegado a la más absoluta intimidad. Una idea arriesgada y cuyo éxito era frágil. Tan frágil que después de varias ráfagas de viento acabó por romperse. Ahora, a finales del mes de noviembre sueño con los números. Hago cálculos, edito mi Excel, y trato de encontrar una solución que no sea volver a Madrid.
Tal vez el exceso de cabezonería me haga perder varios miles de euros, porque al menos por el momento, el mercado laboral estonio tan enfocado en tecnología, sufre las consecuencias de lo que ocurre en el continente americano. Y yo, que ya tengo asumido que dejar mi casa y enviar todas mis cosas a Madrid supondría perder más dinero que pagar el alquiler, empiezo a pensar que es hasta sensato seguir peleando por un trabajo en la soledad monacal de mi refugio Báltico.
No miento si digo que la sensación que me recorre es la de absoluto fracaso. Vine a Estonia soñándome triunfador. Una continuación de aquellos indianos que dejaban Asturias para años más tarde volver y disfrutar de lo que lograron fuera de la península. Sé que lo sensato sería volver a casa con el rabo entre las piernas, pero estoy dispuesto a trabajar de lo que sea hasta conseguir un trabajo similar al que tenía. Sigo obsesionado con ser un indio, y sé, al igual que aquel grupo rojiblanco de Lisboa que volveré a jugar otra final.
Jueves 24 de noviembre de 2022
Tallin, Estonia
Recuerdo #469
