Carlos Pinedo Texidor
443 - La Sierra de Tramuntana.
Si supiera de orografía hablaría de la formación de la Sierra de Tramuntana. Escribiría cientos de páginas sobre la que para mí es la cordillera más especial que he conocido. En caso de hacerlo, el volumen tendría tres tomos, el primero hablaría de la formación orográfica, el segundo de la expansión demográfica y el tercero sobre las costumbres de las gentes que ahí vivieron.
El tercero de los tomos tal vez sería el que más interés suscitase, podría hablar de los estraperlistas, de los corsarios e incluso de los agentes del orden sobornados por pastores. Si tuviera tiempo podría incluso añadir algo de mitología pretalayótica e incluso de las historias perdidas de Quinto Cecilio Metelo. Pero más allá de todo lo que pudiera escribir, sentiría no ser capaz de transmitir la belleza de una cordillera única que incluso después de cientos de visitas me sigue sorprendiendo.
Ayer domingo, día del Señor, nos subimos al coche con la idea de disfrutar de buena comida, buen vino y un paisaje que sobrecogiera. Pusimos rumbo a Estellencs por la carretera de Sóller, y después de una hora de recorrido costero llegamos al pueblo más infravalorado de Tramuntana. Una vez sentados, cerveza en mano y pam amb oli en plato hablamos del misticismo de un recorrido único.
La admiración por la cordillera fue dejando paso al deseo más mediterráneo, y lo que empezó siendo un sobrecogimiento terminó en el imperioso deseo de levantar cuadro paredes de piedra mallorquina y vivir ajeno al mundanal ruido madrileño.
La Sierra de Tramuntana es única, y ni si quiera dos jóvenes que han visto mucho mundo son capaces de encontrar algo igual fuera de una isla irrepetible.
Domingo 30 de octubre de 2022
Mallorca, España
Recuerdo #443