Carlos Pinedo Texidor
188 - Las peras del olmo
Me dice mi amiga
que si sabía que era un olmo,
el árbol imponente
detrás de nosotros.
No me había fijado,
en tan extenso tronco,
recubierto por los rayos
del reflejo de los colmos.
Hablamos un buen rato,
de los más ociosos,
de aquellos impotentes
que no dan palos.
La expresión es muy española
curiosa cuanto menos,
se refiere a lo imposible,
aunque sea certero.
Es un decir algo antiguo
que aplica a los días
me pregunto con mi amiga
en su jardín a medio día.