Carlos Pinedo Texidor
158 - Luces y flores
Quizás en otro lugar
no me pueda distraer
con todos los reflejos
de Serrano bulevar.
No hablo del espejo
ni de las luces de ciudad
me refiero a las flores
y sus vestidos de cristal.
Quizás en otro lugar
no me pueda distraer
con todos los reflejos
de Serrano bulevar.
No hablo del espejo
ni de las luces de ciudad
me refiero a las flores
y sus vestidos de cristal.
He dado muchas vueltas a esta última poesía, ya van doscientos poemas y aún no sé de lírica. Me planteo si es lo mío, las rimas sin salida ya van miles de versos y aún no se improvisan. Son historias
Cuando era más joven, por no decir pequeño un músico maño, me enseñó el fuego, me dijo, “oye Lazarillo, tú tan cafetero, prueba esto, dame dos de limón, camarero” Probé aquella pócima, como si fuera v
En el libro anterior, sentía vértigo, me daba pavor llegar al final, no quería poner puntos sin más. Ahora que escribo, con algo más de estilo, que al menos entiendo las rimas que digo, me parece curi