Ayer, sí ayer, porque esto lo escribo la mañana de Reyes, fue uno de esos días que podrían quedar en blanco en mi diario. Una jaqueca constante desde primera hora de la mañana, acompañada por la terrible noticia de mi baja futbolística durante al menos seis semanas.
El resto del día, tonteaba con los nervios de los presentes de sus Majestades, aunque con cada leve sonrisa venía acompañando un zumbido recordándome que necesito dormir más y mejor.
Mi tarde de teletrabajo rozó lo poco productivo, tuve que hacer malabarismos para poder dejar a un lado la jaqueca y concentrarme.
Llegadas las ocho y con una tripa que me pedía calorías y grasa convencí a mi hermano para pedir pizza y así poder ver un capítulo de Boba Fett.
Este año mi jaqueca evitó que me durmiese pronto, aunque quien sabe si no eran los nervios por encontrar los regalos de Baltasar.
Miércoles 5 de enero de 2022
Madrid
Recuerdos con contexto 145