Carlos Pinedo Texidor
119 - Aquellos viernes de calma y nostalgia.
Desde hace varios días, por culpa de mi amigo Juan, no oigo otra cosa que no sea The Smiths y no puedo evitar que una ola de nostalgia recorra mi cuerpo al ritmo de “Still ill” con su “Does the body rule the mind, Or does the mind rule the body? I don't know”. Es por eso que ahora, pasadas las siete de la tarde de un viernes que parece que empezó hace más de una semana, llevo más de cuatro horas sentado reorganizando el blog. El orden me tranquiliza, me ayuda a reducir el ritmo de una cabeza que lleva cuarenta y ocho horas más perdida que centrada.
Volviendo a la nostalgia que acompaña a la guitarra, es la clave que me ayuda a entender lo mucho que echaré de menos estos viernes en los que mi única preocupación es ordenar un blog cuya finalidad es elevar el ego del autor. Cuando la responsabilidad del mundo adulto termine de asentarse, también echaré de menos aquellos viernes en los que, como la semana pasada, acogía a mis amigos y les seducía con mi salmón.
No voy a mentir si digo que necesitaba desconectar y olvidarme de la lesión responsable de mi malestar mental, necesitaba un día de profunda reflexión personal. Además, como guinda, hoy es la primera vez en la que una acción mía ha tenido una repercusión real. Aún trato de asimilar el correo mediante el cual, un cliente me comentaba que aquel problema había sido resuelto gracias a mi trabajo. Parece que ya me acerco a los prolegómenos de la vida real, con cada acción y reacción.
Al escribir estas últimas líneas no puedo evitar pensar en lo mucho que voy a agradecer las fotos analógicas y el diario, por lo que no tengo nada más que dar las gracias a los que se empeñan en aparecer en este diario de un ególatra no leído.
Viernes 10 de diciembre de 2021
Madrid
Recuerdos sin contexto 119