Me recuerda el iPhone que hace un año salí a pasear y a redescubrir varios grafitis que había olvidado. Me da pena haber empezado con estos breves escritos hace tres meses y no hace doce. Hay muchos días de los que aún guardo recuerdo a través de las fotos de mi cuenta, sin embargo, hay otros tantos que se han perdido con tanta foto y tanto día suelto.
Madrid tiene bastantes grafitis que al menos yo considero míticos. Impresiones de spray y pintura que aguantan en las paredes de unos edificios que cada día se reforman más rápido.
Uno de esos grafitis que tanto me gusta se encuentra en Velázquez, delante de la embajada italiana. Un Barney repeinado te recuerda lo inútil que es llorar por aquello que ya ha pasado. Bien es verdad que delante de la embajada italiana cualquiera puede sonreír.
Hace un año paseaba, y ahora solo me acuerdo de ello. Echo de menos los paseos, pero siendo sinceros, no lloréis por mi, que yo ya ni me acuerdo.
Jueves 11 de noviembre de 2021
Madrid
Recuerdos con contexto 090
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