Carlos Pinedo Texidor
076 - Mi número trece.
Esta es mi sexta temporada consecutiva con el número trece. Un número que me empezó a acompañar allá por el dos mil seis y que prácticamente no se ha despegado de mí
No soy supersticioso, lo que sí soy es bastante maniático. Tengo ciertas rutinas, maneras de actuar antes de cada partido que no dudo en extrapolar a mis visitas al Metropolitano.
No me gusta ir con la camiseta puesta de casa. Me la pongo siempre en el campo, sentado y sin las botas, con los ojos cerrados no vaya a ser que vea mi número antes de jugar, y lo más importante, una vez me la pongo, me ato la bota izquierda y luego la derecha.
Antes de empezar a jugar repito mi mantra, trece palabras de un poema de Coleridge, seguido de trece saltos con cada pierna, primero la izquierda y luego la derecha, todo ello rematado por un suspiro de trece segundos.
El trece es un número raro, de los que llevan la contraria, es un número feo e incómodo, por eso debí escogerlo, o tal vez me escogió a mí.
Tampoco está bien situado, se esconde avergonzado entre el doce y catorce, dos de los números más místicos de nuestra historia. El trece no deja de ser ese doble siete tan perfecto que se ha visto privado del último y elegante toque de gracia desterrándolo a la mayor de las imperfecciones.
Ojalá en trece años, el trece me siga escogiendo.
Jueves 28 de octubre de 2021
Madrid
Recuerdos con contexto 076
