Que Madrid es una ciudad de recovecos lo sabe cualquiera que ande un poco por las aceras de adoquines o los paseos arbolados. Ahora bien, salir de los recovecos habituales y descubrir otros nuevos, he ahí la tarea difícil.
A mi me divierte, bueno, realmente me apasiona salir en busca de esos sitios especiales. Ya son varios los que hay en mi lista, Mayflower, Hemingway o Villa de París entre otros.
Hoy he descubierto un recoveco bajo tierra, de un arquitecto que resulta ser el artífice de dos de mis edificios favoritos. Ser un ignorante arquitectónico tiene sus ventajas, como por ejemplo darse cuenta de lo que mencionaba arriba.
Madrid hay más que uno, incluso varios por cada recoveco, y uno de los míos ahora puede ser el del rascainfiernos.
Sábado 9 de octubre de 2021
Madrid
Recuerdos con contexto 057
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