Hace horas que la plana mayor del ejército de Zuckerberg se ha caído. He pasado una tarde increíblemente tranquilo, con mucho trabajo y poca distracción social. He podido terminar tres ideas que quería plasmar y me ha dado tiempo a echar de menos un par de conversaciones pendientes.
A medida que voy escribiendo esto, me van saltando varios mensajes de Instagram y mi paz momentánea se esfuma. Resulta paradójico, e incluso algo cínico repudiar el medio en el cual compartiré este recuerdo.
Esta mañana he ido a revelar mis dos carretes de fotos. Utilizo unos Kodak 400 Color 35mm de 36 exposiciones. Gracias a que mi cámara es de half frame puedo tirar hasta 72 por carrete. Algo que muchos consideran hacer trampa, pero claro, la foto sale varios céntimos más barata.
Todo se repite, por eso me gusta lo analógico, lo táctil y concreto. Me gusta lo fungible, lo que se puede consumir e incluso lo roto, porque es único. Con tanta red social caída, uno valora más lo que tiene presente. A mi dame aquello que no se repita, y para ti todo lo que se copia..
Lunes 4 de octubre de 2021
Madrid
Recuerdos con contexto 052
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