Llego a casa, algo pasadas las nueve. Aún no hace frío, por lo que el viaje en moto es agradable y despeja la cabeza.
He disfrutado con mi trabajo de hoy, he organizado el ordenador, montado un sistema de trabajo online con mis co-becarias y mañana a las nueve tengo mi primera llamada.
Se me ha pasado increíblemente rápido el día, sin pensarlo son ya las diez y me levanto en poco menos de siete horas para ir al gimnasio.
Me pregunto si la vida es siempre así, darte cuenta que el día se va y que si no espabilas nunca más volverás a hacer nada en tu tiempo libre.
Lunes 27 de septiembre de 2021
Madrid
Recuerdos con contexto 045