El fútbol es ese deporte de equipo en el que por mucho que digan los modernos se juega para ganar y todo lo que no sea eso es absurdo y contrario a la esencia del mismo.
De fútbol yo sé muy poco, he jugado y he visto lo suficiente como para saber que no sé nada, sin embargo de lo que si sé es de estética. Ya sea en lo escrito, o en lo visual, lo estético suele ir acompañado de cierta armonía. Algo que se puede aplicar a un terreno de juego. Cuando falta armonía entre las piezas, al igual que en ajedrez, los jugadores son incapaces de avanzar y confluir hacia puntos similares.
Hoy el Atleti, no solo no ha sido capaz de encontrar su armonía sino que se ha visto envuelto en una red de constantes gambitos por parte de Gil Manzano y unos vascos de los que mejor no opinar.
Yo no sé de fútbol, pero en mi opinión, al menos desde la estética, algo falla en nuestras bandas. Carrilero y medio colapsan en tres cuartos y cuando el pivote acude en su ayuda uno observa que en un espacio reducido de campo hay tres jugadores rojiblancos intentando zafarse de la presión del lateral y medio rival. En ese poco espacio se pierde la bola, haciendo que carrilero y medio sufran aún más y obligando al pivote a rehuir de la presión para tapar el avance puesto que los centrales han de bascular.
No sé dónde acabará el juego del Atleti, lo que si sé es que el sistema funciona, es armónico y perfecto cuando los carrileros están bien. En el momento en el que fallan, todo colapsa sobre las pérdidas y centros laterales fruto de la falta de espacio.
Yo no sé de fútbol, pero si del Atleti.
Sábado 18 de septiembre de 2021
Madrid
Recuerdos con contexto 036
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