Carlos Pinedo Texidor
026 - Cuatro pares de Veja.
No sé en qué momento empezó mi pasión por las zapatillas, puede que fuera con poco menos de doce años cuando me escapaba a ver la tienda de El Ganso de la Plaça del Mercat en Palma. Por aquel entonces me divertía entender más que el diseño en sí la estructura de la zapa.
Algunos años más tarde y por casualidades de la vida acabé conociendo a uno de los fundadores de una marca muy de moda y con el paso de los años fui entendiendo qué hacían y porqué.
En mi incesante búsqueda de mis zapas favoritas pasé por todo tipo de modelos y marcas, mención especial a las NB 574 y las Nike SB Dunk. Por desgracia estas últimas que compraba por poco más de sesenta dólares en America ahora son imposibles de conseguir por menos de doscientos euros en reventa. Nike se ha cargado el mercado pero ese es otro tema.
Después de mi breve romance con NB y un tonteo con Vans y Converse fui a parar a las Veja. Unas zapas aparentemente normales que dicen ser sostenibles y cosas de esas que quedan bien en redes sociales. Me compré en Palma unas V10 marrón caqui, a las dos semanas las consideraba las zapas más cómodas que he tenido en mi vida.
Después de viajes a Roma, Argentina y planes peninsulares acabaron descosidas y con muchos recuerdos. Las sucedieron unas V10 negras que tardaron poco en compartir recuerdos con otras V11 Blancas. A estas alturas, conquistado y enamorado por Veja añadí por puro capricho otras V11 azul marino de gamuza y redecilla. Con estas zapatillas he aprobado el máster, defendido casos e incluso hecho entrevistas online, les tengo mucho cariño, y lo mejor de todo, es que están prácticamente nuevas.
Llevo cuatro pares de Veja, y decenas de otros que las precedieron, me ha costado encontrar “mi zapa” pero siendo sinceros, hay cosas más difíciles.
Miércoles 8 de septiembre de 2021.
Madrid
Recuerdos con contexto 026
