Carlos Pinedo Texidor
015 - Diario de un destierro
En cada viaje cometo el mismo error
acostumbro a ser algo inocentón
levanto castillos de naipes
sabiendo que habrá un viento mayor
Cada vez ocurre algo peor,
desilusiones, qué se yo
situaciones de imprevisto
que tiran las cartas del soñador
Ese es el problema del viajero
del incesante soñador, que sueña
por la ventana, de la vida y del avión,
sueña alternativas a un futuro mejor.
Dejando lo general, volvamos al ser, al “yo”
yo sueño mucho, demasiado tal vez
en cada viaje tropiezo con lo mismo,
el mismo sueño, deseo, alternativa qué sé yo.
Transcurre todo en la misma medida,
una línea de idea y venidas
¿Lo habrá planeado Dios?
Ya no me quedan alternativas,
y eso que soy un soñador
Dejadme que os cuente, lo que me ocurre
mis sueños y mi error,
incesantes alternativas de la vida,
sorpresas del destino o de Dios.
La ida está llena de ojalás
deseos y pensamientos por vivir
preguntas y respuestas, que más da
todo gira en torno al ser feliz
El viaje lleno de preguntas,
la llegada empieza a responder sobre el paisaje
condenando lo visto y vivido en la ventana
que ya no es nada especial.
La llegada como veis, con aires de bienvenida
son más bien un vendaval,
aquel castillo de naipes, derribado ya está.
Ay los sueños de la ida, y la vuelta ¿cómo será?
La vuelta es más dolorosa, con lamentos y ojalás
culpa de la falta de valor y firmeza
se cuela algún “y si” en la cabeza,
me duele todo, incluido el corazón
¡ay las idas y venidas! Algún día terminarán
Es difícil hablar de idas y venidas,
y más difícil improvisar,
al menos me queda la poesía,
alguna buena rima dejará.
Como veis mis versos son confusos
y las letras ya se van,
buscan el equipaje, huyen del vendaval.