Acabo del llegar a Palma, el camino ha sido divertido. Una MA-19 más atascada de lo normal me ha dejado pensar con calma.
A pesar de mi incorporación al mundo laboral a finales de septiembre la sensación de fin de verano está más que presente. Tal vez sean las ganas de volver a mi rutina de entrenamiento, paseos y cafés en el Mayflower. Sea lo que sea, el lunes estaré en Madrid, aunque sin Kika, se supone que la recogen el lunes, pero quién sabe cuándo podré pasearme en moto por la Castellana.
El fin del verano, además del cambio de mentalidad trae aparejado un minucioso cambio de armario, aunque sea inconsciente, los coloridos amarillos y rojos dejan paso al marrón y verde.
Me apetece volver al invierno, a mis Chelsea boots y mi abrigo de tweed, a los partidos un sábado de lluvia, y en especial a esa nostalgia por un verano que a finales de agosto ya empieza a cansar.
Sábado 28 de agosto de 2021.
Palma de Mallorca
Recuerdos con contexto 015
